jueves, 23 de agosto de 2012

Genes, herencia y ambiente

Gusano diminuto podría ayudar a resolver dilema entre herencia y ambiente

Un peculiar gusano ha aportado información importante acerca de la forma en que nuestro material genético interactúa con el ambiente cambiante. El gusanotransparente Caenorhabditis elegans mide apenas un milímetro, no puede ver ni oír y solo tiene 302 neuronas, de las cuales 32 están dedicadas al olfato únicamente. Mediante una adaptación en tiempo real se llevó al pequeño nemátodo a modificar el flujo de información en su cerebro, sin necesidad de crear nuevas conexiones neuronales.

Esto produjo un cambio en su comportamiento que podría ser la clave para responder preguntas no resueltas por los seres humanos con sus cien mil millones de neuronas. Por ejemplo el eterno dilema entre herencia y ambiente, es decir, determinar qué aspectos del comportamiento individual están determinados por los genes y qué otros por la experiencia producida por el entorno.

La investigadora Cornelia Bargmann, de la Universidad Rockefeller de Nueva York, expuso sobre el tema el domingo pasado en el FENS Foro de neurociencia que se viene realizando en Barcelona, con la participación de 7,000 investigadores de todo el mundo. Bargmann busca averiguar qué peso tiene el material genético en el órgano responsable de nuestros comportamientos, pensamientos, percepciones, emociones y memoria, el cerebro.

Pese a su simplicidad, el gusano puede percibir el mundo y tomar decisiones como comer solo o se reúne con otros congéneres gracias al gen npr1, muy ligado a la proteína humana que se ocupa de la regulación del apetito y la ansiedad. ”Nuestros resultados sugieren que los estados de motivación modifican el sistema nervioso con rapidez para cambiar el flujo de información que fluye a través del cerebro, cambiando así el comportamiento”, explicó la investigadora.

Los resultados de sus experimentos sugieren que la variación genética y ambiental que afecta al comportamiento se encuentra en las mismas zonas del cerebro, la frontera entre los estados motivacionales internos y el mundo externo. Bargmann dijo estar convencida de que una vez que comprendamos el funcionamiento del cerebro del gusano podremos tener una idea más precisa para comprender cómo funciona nuestro complejo cerebro.


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