lunes, 17 de diciembre de 2007

El inconsciente




El Inconsciente:

Todo lo que esta fuera de nuestra conciencia se refleja en nuestro cuerpo. El cuerpo es la ventana o el espejo de nuestro inconsciente. Ahí esta grabado celularmente toda nuestra historia emocional, sentimental, psíquica, y espiritual. En nuestro cuerpo esta la llave al sótano de nuestro ser a lo que esta abajo, lo que no se ve. Los síntomas de una gastritis nerviosa, la tensión muscular, el estreñimiento, el dolor de cabeza, la falta de aire, el dolor en el pecho, la falta de energía, etc., son señales o mensajes que nuestro cuerpo envía a la superficie para que nosotros notemos que algo anda mal. Curiosamente nos molesta que el cuerpo se queje y nos llame la atención. A nuestro Ego no le gusta no tener el control y prefiere descontar o ignorar las señales del cuerpo. El cuerpo aumenta la intensidad de las señales y pronto terminamos enfermos. Nuestro Ego continua su lucha por tener el control recurriendo a la ciencia. El Ego prefiere tomar unas pastillas, unas inyecciones antes que admitir que hay asuntos pendientes del tipo psicológico. En metáfora el inconsciente es cómo una sombra que existe, esta ahí y que ignoramos, ni la vemos, ni la escuchamos. La sombra como la llamo Jung es el sótano donde botamos todo lo que ofende a nuestro Ego. Todo lo que desterramos de la conciencia ve a parar al inconsciente, al sótano, a la sombra de nuestro ser. En el sótano se encuentran los arquetipos que en forma automática e inconsciente toman las riendas de nuestro decir, hacer y sentir.

Una definición de la "sombra" desde mi entender es: Todas las facetas de la realidad que el individuo no reconoce o no quiere reconocer en sí y que, por consiguiente descarta. La sombra es la suma de todo lo que se rechaza, lo que no se quiere y reaparece en las relaciones de la vida cotidiana en forma inconsciente. En la frontera entre el conciente y el inconsciente se encuentran los mecanismos de defensa del ego. La función de estos mecanismos de defensa es la de proteger al Ego de toda información que provenga del inconsciente y que sea identificado como un insulto. Curiosamente las verdades que se encuentran en nuestro inconsciente sobre nuestros temores, miedos, odios, y culpas son vistos como ofensivos. El sistema de defensa entra en función para protegernos de esas verdades dolorosas. Las verdades le informan al Ego que no es tan valiente, ni tan honesto, ni tan brillante, ni tan justo cómo pretende verse así mismo. Este tipo de mensajes le causan angustia, tensión emocional. Los mecanismos de defensa ayudan a regular y mantener en homeostasis -el nivel de confort emocional. Los mecanismos mas comunes son:

· El olvido: Cuando el ego experimenta algo totalmente traumático, inaceptable cómo una violación, una pérdida muy grande, una gran tragedia, lo borra de la memoria conciente. El Ego para protegerse emocionalmente decide ignorar o olvidar lo que paso. La experiencia es desterrada al inconsciente para ser somatizada en el cuerpo.
· La negación: Todo lo que es ofensivo aceptar es preferible negar. Ejemplos: Es cuando un adicto o alcohólico lo niega, un individuo violento lo niega, un mentiroso lo niega, un miedoso lo niega, etc.
· La transferencia: Es cuando a una persona en el presente le ponemos el saco de otra persona del pasado y reaccionamos acorde a las experiencias del pasado. Ejemplos: una mujer que sufrió abusos por parte de su padre y se siente ofendida y enojada por todo lo que le hizo, transfiere sus asuntos pendientes sobre otro hombre substituto que inconscientemente le recuerda al padre. Cuando tenemos una reacción fuerte hacia un desconocido(a) hay que preguntarnos a quién nos recuerda, con que lo relacionamos y si no estamos teniendo una transferencia. Es muy común que nuestro pasado este interfiriendo en nuestro presente. Vale le pena preguntarse que arquetipos se activan cuando nos relacionamos con estas personas.
· Proyección: Las características inaceptables como la violencia, la irresponsabilidad, la deshonestidad, la culpa, el racismo, la discriminación, el miedo, la inseguridad y muchas más que se encuentran en el sótano de nuestro ser tendemos a rechazarlas inconscientemente atribuyéndolas o proyectándolas sobre las personas que nos rodean. Emitimos juicios de valor para repartir todo tipo de descontones cómo: fulanito ha de ser maricon, fulanita seguro tiene la culpa porque es una irresponsable. En forma más directa: Yo no soy violento (a gritos), ¡tú eres el violento!, yo no tengo miedo, ¡tú eres el que tiene miedo!, yo no soy racista, tú eres el racista, Yo estoy bien, tú eres el que tienes que cambiar, etc.
· Intelectualización: Es cuando el individuo se refugia en su mente para no sentir emoción alguna. Todo lo ve con frialdad y a distancia. En símbolo el individuo es sólo la cabeza y ha perdido toda sensibilidad de su corazón y de sus intestinos. El poner distancia del corazón protege al individuo de sentir dolor, pena, tristeza pero también previene que sienta compasión, amor, entrega. El poner distancia del abdomen protege al individuo de sentir coraje, enojo, rabia, pero también previene que sienta pasión por las cosas que hace. Ejemplos: el discurso del científico que utiliza medicamentos para controlar y mantener el bienestar. “Yo no necesito a nadie, mientras tenga dinero tengo bienestar”. “Es mejor no enamorarse, de esa forma no se sufre.” “Yo soy muy inteligente y no confío en nadie.”
· Justificación o razonamientos: Para aceptar y sentirnos en control de todo lo que nos pasa inventamos razones y justificaciones. El poder explicar todo lo que nos pasa y no nos gusta nos ayuda a aguantar. Ejemplo: Acepto que “Pedro Picapiedra” me exija a gritos su cena cuando llega a casa, desde chica me enseñaron que cómo mujer a mi me toca servir y atender a mi hombre. Si Pedro me grita es porque seguramente tuvo un mal día en el trabajo y yo debo de comprender. Si los demás me echan la culpa, de seguro deben de tener razón.

La Danza de las Resistencias es la relación que se da entre nuestro inconsciente y nuestro consciente donde los arquetipos y los mecanismos de defensa se mezclan para realizar una danza.


Raul del Cueto

viernes, 30 de noviembre de 2007

Cerebro Conciencia Sueño




UN CEREBRO, UNA CONCIENCIA, UN SUEÑO

La conciencia humana, según la evidencia científica con la que contamos hoy en día, puede ser concebida como una propiedad inherente al funcionamiento cerebral. Las oscilaciones de los circuitos revertebrados tálamo-corticales y la progresión rostrocaudalde una onda de barrido de estas frecuencias en el tiempo es tal vez el hallazgo más significativo que indique la correlación existente entre los estados y fenómenos cognitivos y la función cerebral. (Steriade, McCormick, Sejnowski, 1993).

Sin embargo, creemos que aunque la conciencia humana es una propiedad del funcionamiento cerebral, ésta nos es necesariamente definible a través de los sistemas neurales que la generan. (Orozco y cols., 1998, 1999; Chalmers, 1996). Lo que hace de ella un concepto no definible funcionalmente —como sí lo es el reflejo patelar o la contractibilidad miocárdica— ya que a pesar de que expliquemos todos los mecanismos neurológicos que la generan, siempre quedará un vacío en tal explicación. La subjetividad en la experiencia, la porción más importante y misteriosa de la conciencia, que nace en algún momento entre la percepción y la autorreflexión, que emerge de tal funcionamiento, no es una categoría funcional y por lo tanto, para la conciencia, el cerebro es necesario pero no suficiente. Existe una gran brecha, que podemos llegar a reconocer, si nos distanciamos de la ilusión que a través de la explicación del cómo, se comprende el qué. (Hobson, 1988; Chalmers, 1996; Orozco y cols., 1998, 1999).

De manera similar, comprender que el cerebro es una condición necesaria pero no suficiente para la generación de conciencia, implica revaluar un poco cuál es nuestra manera de entender el funcionamiento cerebral. El sistema nervioso humano, del cualhace parte el encéfalo, es ante todo, un conjunto de sistemas que de manera paralela es capaz de generar sus propios estados funcionales. (Llinás, 1991; Steriade, McCormick, Sejnowski, 1993; Ramírez, 1995). Durante sus diferentes estadosfuncionales, tal sistema, tiene la posibilidad de alimentar su experiencia de aquello que lo rodea, aunque en esencia posea los mecanismos para su funcionamiento autónomo.

Durante el estado de vigilia, el sistema nervioso, a través de los sentidos, selecciona de su medio lo que le es útil o no. Éste recrea el exterior a través del ejercicio de la percepción y luego lo colorea según su estructura, creando, por tanto, conciencia vigil. El universo que percibimos y del que somos conscientes, es una construcción de nuestro sistema nervioso, de donde emerge la subjetividad y aparece una nueva obra colmada de sentido para quien la vive.

Hasta hace unos 70 años primaba en la comunidad científica cierta negación histórica del sueño. Una de las razones para tal hecho, comenta Hobson, era la falta de métodos de estudio y de interés por parte de los investigadores para estudiar las actividades de los animales y personas durante este estado de conciencia. Además del hecho que los investigadores y científicos veían a los animales tan tranquilos durante su período de sueño, que pensaban que poco había para observar en ellos. El sueño por tradición fue descrito como un proceso pasivo, en donde se presentaba un estado de obnubilación de la conciencia (Hobson, 1993).

Sin embargo, los avances en las ciencias y la tecnología a lo largo de los años, han permitido comprender que el fenómeno del sueño es todo menos un proceso pasivo y que es ante todo, un estado generado por mecanismos intrínsecos en el sistema nervioso de los organismos, así como la vigilia. Vigilia y ensoñación, junto con el sueño de ondas lentas, constituyen diferentes estados funcionales de un mismo sistema que se las ingenia para controlar las propiedades de los osciladores neurales que determinan su estado de actividad.
En algunos momentos la actividad del sistema nervioso crea conciencia vigil, de su mundo externo, y otras veces, activamente, decide retomar su propio mundo. Tal estado de ensoñación, así como el de vigilia, implica que se lleven acabo una serie de procesamientos de información. La expresión de tal actividad en la corteza cerebral se ve claramente definida en el patrón desincronizado del electroencefalograma de las personas. Tanto así que si solamente observamos un electroencefalograma desincronizado no podemos diferenciar entre un estado y otro (Llinás y Ribary; 1991, 1993).

De tal manera que el estado de ensueño, ese estado mágico para unos y terrorífico para otros, no es un período ausente de conciencia, como clásicamente se creía, sino incluso un período de conciencia en la misma categoría funcional de aquella que poseemos durante el estado de vigilia. Comb de la Universidad de North Carolina, en Asheville, afirma que ambos estados funcionales exhiben una disposición para generar experiencias inteligibles.
La conciencia no es una capacidad dependiente de los estados funcionales, sino una condición continua y dinámica que es independiente de los cambios de estado y que entre éstos, sólo se diferencia por sus contenidos.

Durante el estado de vigilia, la persona consciente tiene la capacidad de construir su inmediata realidad a partir de la información proveniente del exterior luego de un proceso selectivo mediado por la atención. Durante el sueño de movimientos oculares rápidos (Sueño MOR o REM), la realidad inmediata de la persona se construye a partir de la información que el mismo generador del sueño posee.
El cerebro es generador de experiencia, incluso sin hacer uso de información proveniente del exterior a través de los canales sensitivos, sino que al bloquearlos, él mismo tiene la capacidad de recrear un mundo interno, a veces tan ilógico como parece al mismo soñador. Los mecanismos neurobiológicos controladores del sueño en el cerebro, se encargan de ejercer una importante inhibición tanto a nivel central, como a nivel periférico de las vías ascendentes sensitivas, favoreciendo el aumento del umbral sensitivo de la persona y su paso hacia la caja de pandora que reside en nuestra memoria, anhelos, deseos y retos. Es posible incluso que la ilogicidad del contenido onírico obedezca en parte a su sustrato.
El contenido del mundo interno se abre al hombre durante el sueño, sus contenidos cuya jerarquía no es es-tática, toman el control, posiblemente no con la función de elaborar contenidos reprimidos, sino en un intento de reorganización de la información cuya utilidad no tiene como objetivo mejorar el estado y entenderlo, sino preparar a la persona para los retos del día siguiente.

El sueño cumple ante todo la función de un teatro en donde somos actores de nuestras vidas y se nos permite actuar sin temor a recibir tomates en la cara… Es como un gran ensayo general que todos los días toma algo del guión anterior y agrega algo de uno nuevo, que se construye en la vida cotidiana.

Es interesante observar cómo de un período típicamente hipermnésico como es el período de ensoñación, tan sólo un 5% queda con nosotros al momento del despertar. La hipermnesia en el sueño, creo, se debe a que, a diferencia de lo que pasa en la vigilia, todo el escenario está revestido de atención, mientras que durante la vigilia sólo ciertos aspectos del mundo exterior nos interesan. Es un ejercicio para hacer práctico aquello que sólo es posible en el imaginario. En el sueño, no existe contaminación porque el escenario es la totalidad de la experiencia; en la vigilia sólo un fragmento de lo externo compite por un lugar en la agitada carrera por la percepción de un mundo en donde se espera que el organismo sobreviva.
En otras palabras, la interacción de los elementos procesales durante el sueño está menos restringida que en vigilia, lo que permite la producción de emergentes caóticos que hacen que los sueños, vistos desde la perspectiva de la conciencia en vigilia, carezcan de logicidad. (Combs, 1996).Existen claros ejemplos que aunque provienen de lo subjetivo, indican que incluso el sueño no se aparta del ejercicio autorreflexivo, es decir, no se aparta de la experienciaconsciente. Ya sea en vigilia o dormido, una de las funciones más críticas del cerebro,es la construcción de un modelo del medio ambiente que sea percibido como nuestra experiencia consciente. (LaBerge, 1996).
El sueño lúcido (“Lucid Dreaming”) es uno de sus mejores ejemplos. En él la persona que, lo está haciendo tiene claro que está soñando e incluso tienen la capacidad de controlar el contenido de los sueños. Incluso se ha registrado cómo en estos sujetos existe una inesperada intensificación de la actividad de la corteza parietal posterior. La actividad cortico-talámica reverberante descrita hace más de una década —posible sustrato morfológico de los estados cognoscitivos— también se encuentra presente durante los ensueños, aunque no se reactive con los estímulos auditivos como sucede en vigilia.

Estamos enfrentados ante una nueva concepción holística del funcionamiento cerebral. Somos poseedores de un órgano, capaz de recrear nuestra experiencia a cada instante. Los estados funcionales del sistema nervioso, están bajo la guardia de mecanismos genéticamente determinados, purificados a lo largo de la evolución, que deciden qué guión poner en acción. La autorreflexión es por tanto constante, ya que sólo a través de ella, ese guión adquiere un sentido trascendente. La conciencia es continua, sólo sus contenidos difieren entre un estado y otro y por tanto sus características también lo hacen. La conciencia vigil y la conciencia del estado de ensoñación son una misma. La diferencia entre estas dos dimensiones de la conciencia no está en el sustrato o en la calidad, sino en la fuente de la información que genera la experiencia consciente.(Llinás R., 1994).

No acordarse de los sueños no debe confundirse con que uno no hubiese tenido conciencia de éstos. Los sueños, sueños son y en tal medida cumplen su papel como reorganizadores de herramientas para enfrentar nuevos retos. (Hobson, 1988; Dave, Yu, Margoliash, 1998). Sólo aquellos organismos que sean capaces de satisfacer sus necesidades mínimas de vida tendrán la capacidad de soñar. Por lo que evolutivamente hablando el soñar es un privilegio. La evolución premia con el poder acceder al mundo interior aquéllos que pueden darse el lujo de hacerlo.

De nuevo, al hombre se le presenta una prueba más de lo holístico de su experiencia. En la conciencia, mundos diferentes se unen para conformar un continuo en un supuesto tiempo y espacio, que posiblemente no sean más que categorías flexibles, necesarias para enmarcar un cierto contenido vivencial. Nunca será fácil mirar atrás y comprender que en la sencillez de la experiencia diaria se entreteje tal maraña de información. Para nosotros, la conciencia siempre será ese escalofrío que al final del atardecer nos recuerde que es hora de continuar viviendo.

martes, 13 de noviembre de 2007

Ensoñaciones




Magníficos cambios se generan en el cerebro mientras una persona pasapor una ensoñación. Las investigaciones han demostrado que a estos episodios se les atribuye la capacidad de borrar malos recuerdos.


Cada vez más los especialistas descubren nuevos detalles sobre lo que ocurre en el cerebro cuando una persona pasa por un periodo de ensoñación y la importancia que dichos momentos visuales tienen para el buen funcionamiento de la mente.


Estos se producen en las fases tres y cuatro del sueño, pero sobre todo durante los movimientos oculares rápidos (REM por sus siglas en inglés), una etapa donde el individuo vuelve casi a despertarse, el cerebro se halla en su momento más activo y el cuerpo relajado por completo.


Detrás de los párpados relajados, los ojos son más activos que nunca; viajan de arriba hacia abajo de forma caótica como si estuvieran tras de algo. "Ahora sabemos que estos movimientos se relacionan con una acitividad de búsqueda de imágenes dentro del cerebro".Esos símbolos visuales que se entrelazan unos con otros de forma desordenada durante la ensoñación no son más que recuerdos alojados en la memoria, distribuida en todo el cerebro.


El sueño REM elimina los recuerdos que considera malos o que signican experiencias desagradables para el ser humano. “Actúa como un limpiador del disco duro”.


A los movimientos oculares rápidos se les atribuye la capacidad para tolerar y afrontar problemas en la vida, así como prevenir las depresiones. “De esa forma, las personas se despiertan al siguiente día con una mejor actitud ante las adversidades”, según el neurólogo Luis González .


Como un cuento


Existen otras opiniones sobre las funciones de la ensoñación. El director de la Nueva Acrópolis, Rein Blumemberg, quien ha asistido a varios seminarios sobre este tema, entre ellos uno impartido en la Universidad de París, Francia, cree que actúan como fortalecedores de la identidad.


Según él, se trata del único instante en que alguien puede ser sincero, tal como es. El resto del día se mueve el “hombre máscara”, que es así porque la profesión, la sociedad y la pareja se lo piden. “Allí uno se halla solo con su alma, allí realmente somos originales”, refiere Blumemberg.


Él establece diferencias entre la ensoñación y las pesadillas, pues estas últimas sólo son fracciones repetitivas de la actividad onírica, muy relacionadas con experiencias angustiantes y negativas en el pasado.


En cambio, las ensoñaciones no son situaciones repetitivas, tienen personajes, una historia y no sólo se trata de una imagen. Además comienzan en un momento y luego pasa algo, ya sea aventura o no. “Son como un cuento”, añade Blumemberg.


Para el siquiatra Alejandro Hurtarte, el mundo de las ensoñaciones no es tan complicado. “Es sólo una mezcla de recuerdos recientes, deseos, motivaciones y temores”, considera. Lo único es que se manifiestan de manera desorganizada. A veces aparecen con una estructura lógica, otras no. Algunos episodios tienen personajes conocidos y otros que son desconocidos. Hay lugares en los que la persona ha estado antes, hay otros que ni siquiera se los ha imaginado.


Hay presencia de ensoñaciones todos los días, la única diferencia es que después la gente suele tener apenas un vago recuerdo. De hecho, las investigaciones científicas en el campo de la neurología han determinado que después de quince minutos de haber despertado sólo se evoca el 5%.


Si las ensoñaciones aumentan de un 20% a un 50% o más durante el periodo de sueño, la persona se levanta cansada, somnolienta y llega incluso a bajar su rendimiento. Esto debido a que la actividad del cerebro se asemeja a la fase de vigilia.

lunes, 8 de octubre de 2007

Sueños sentidos


Un sueño lúcido es un sueño en el cual el soñador se da cuenta de estar soñando. Este tipo de sueño se puede dar de forma espontánea o bien ser inducido por determinadas prácticas y ejercicios.


El término Sueño Lúcido fue usado por primera vez por el psiquiatra holandés Frederick van Eeden en un estudio realizado en 1913. Aunque el primer estudio moderno data de 1867. Fue escrito por el francés Hervey de Saint-Denys (seudónimo de Marie Jean Léon le Coq) y su título era "Los sueños y como controlarlos" (en francés "Rêves et les moyens de les diriger"). En la actualidad se acepta como un hecho comprobado científicamente. Sigmund Freud también lo mencionó. Algunos de los estudios cientificos realizados más recientemente los han realizado Celia Green, de quien se dice que fue la primera en relacionar el fenómeno del "falso despertar" con el sueño lúcido y con la fase movimientos rápidos de los ojos, Keith Hearne en Inglaterra y casi al mismo y sin conocimiento previo de este último, Stephen LaBerge fundador del "Instituto de la lucidez" (The Lucidity Institute) y que empezó sus investigaciones en la Universidad de Stanford en California (EE. UU.).


A la persona que se autoinduce el sueño lúcido o lo tiene a menudo de forma espontánea se le conoce como onironauta.


Es probable que la mayoría de las personas hayan tenido uno o más sueños lúcidos en algún momento de su vida, aunque la mayoría de las veces hayan sido olvidados al igual que los sueños comunes. Hay personas que se ejercitan para tenerlos y llegar a controlarlos de diferentes maneras ya que durante el sueño lúcido, existen diferentes niveles de control del sueño; por lo cual, un soñador puede tener diferentes grados de control de su sueño.

miércoles, 3 de octubre de 2007

subconsciente


Antiguo término utilizado en psicología para designar, el estado mental que es débilmente consciente,y para lo que se halla por debajo del umbral de la conciencia actual o es incluso inaccesible a ésta; en realidad actualmente su uso es más del lenguaje lego que del léxico psicológico, en una comparación con la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, se podría equiparar con el Preconsciente que fue uno de los elementos fundamentales de la primera tópica del aparato psíquico: La psicología actual lo descarta, centrándose sólo en la existencia de la consciencia y la inconsciencia.


Del subconsciente es poco lo que se sabe. Algunos piensan que alberga los secretos de nuestra mente; pues bien es nuestro subconsciente quien hace que soñemos cuando dormimos, quien hace las imagenes. Si es capaz de hacer esto en estado subconsciente, ¿que extraordinarias cosas podria hacer si estuviese activo y no inactivo?


Aún no se sabe con certeza que papel jugaria el subconsciente si lograra entrar en contacto con la consciencia. ¿Que cambio podria generar en nosotros? Esa es la gran polémica...


martes, 2 de octubre de 2007