domingo, 15 de mayo de 2011

Desamor y Dolor




Una pena de amor puede provocar daño en el cerebro, según estudio

La investigación de Naomi I. Eisenberger, científica de la Universidad de California, sugiere que cualquier tipo de exclusión social —un divorcio, no ser invitado a una fiesta, ser rechazados para una cita— puede provocar daño en la corteza anterior del cíngulo que responde al dolor físico.

WASHINGTON.— Un corazón destrozado por el rechazo de un amor puede provocar tanto daño en el centro de dolor del cerebro como una herida física real, de acuerdo con una nueva investigación.

Investigadores de Californa descubrieron bases fisiológicas del dolor social examinando los cerebros de personas que pensaron que fueron premeditadamente excluidas de juegos de computadoras por otros competidores.

Naomi I. Eisenberger, científica de la Universidad de California en Los Angeles y autora principal del estudio que será publicado el viernes en la revista especializada Science, dijo que la investigación sugiere que la necesidad las personas de ser incluidas socialmente es parte inherente de lo que significa ser humano.

"Estos descubrimientos muestran cuán importante es nuestra necesidad de conexión social", manifestó Eisenberger.

"Hay algo sobre la exclusión que es percibido como dañino para nuestra supervivencia, como algo que puede herirnos físicamente, y nuestro cuerpo automáticamente lo sabe", explicó.

Eisenberger y los otros investigadores crearon un juego de computación que en el que las personas examinadas creen que están jugando a la pelota junto a otros dos competidores.

En un momento, los otros jugadores parecen excluir a la persona que los investigadores examinan, haciéndole creer que ha sido sorpresivamente rechazada y que se le prohibe continuar jugando con el grupo.

La sorpresa y la angustia del rechazo se registró en la misma parte del cerebro, llamada corteza anterior del cíngulo, que responde al dolor físico, dijo Eisenberger.

"Es la misma parte del cerebro que está relacionada con los problemas del dolor físico, la parte del cerebro que realmente nos molesta", indicó.

Eisenberger expresó que el estudio sugiere que cualquier tipo de exclusión social —un divorcio, no ser invitado a una fiesta, ser rechazados para una cita— puede provocar daño en la corteza anterior del cíngulo.

http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=125686

sábado, 12 de marzo de 2011

Investigación del sorprendente fenómeno del "déjà vu"





Médicos británicos recrean vivencias de “déjà vu” en laboratorio
Investigan a personas que siempre tienen la sensación de estar reviviendo el presente

Médicos británicos han abierto una nueva brecha en la investigación del sorprendente fenómeno del "déjà vu", que afecta al 70% de la población y para el que la ciencia no tiene todavía una explicación concluyente. Aunque se asocia con una alteración de la memoria, las investigación se ha complicado al constatarse que no es únicamente una vivencia ocasional, sino que hay personas que siempre tienen la sensación de que están reviviendo el presente. Es el “déjà vu” crónico que ha comenzado a investigar la Universidad de Leeds recreando por vez primera esta experiencia en laboratorio, con resultados aún desconocidos. También pretende identificar las zonas cerebrales que intervienen en esta experiencia. La finalidad última es encontrar nuevas explicaciones a las conexiones entre la memoria y la conciencia y ayudar a las personas aquejadas de este síndrome. Por Eduardo Martínez.

Recordar cosas que aún no se han vivido es un fenómeno popular y científicamente conocido como déjà vu. Afecta al 70% de las personas, particularmente a las de edades comprendidas entre los 15 y 25 años, según estudios formales. Para el doctor Arthur Funkhouser, hay tres tipos de experiencias que se recogen bajo esta denominación: el ya visto, el ya sentido, el ya visitado.

Aunque en ocasiones se ha relacionado con fenómenos temporales de epilepsia, la ciencia no ha descubierto todavía los mecanismos que pueden provocar esta vivencia subjetiva, que no puede compartirse con otras personas, que es fugaz para la memoria y sutil para la investigación médica.

Las hipótesis que avanza la ciencia para explicar este fenómeno son diversas. Psicólogos y neurólogos consideran el déjà vu como una alteración de la memoria. Los psicoanalistas piensan que es resultado de los sueños diurnos y de las fantasías inconscientes de la persona.

También se relaciona con una alteración de la percepción o como un error en el procesamiento cerebral del tiempo, una especie de incapacidad temporal para establecer una secuencia lógica de los episodios percibidos.

Otra aproximación la considera como una experiencia catalogada como falsa memoria, según la descripción realizada por Elizabeth F. Loftus, de la Universidad de Washington. Uno de los artículos emblemáticos de la literatura científica sobre el déjà vu lo publicó Scientif American en 2002, en el que se explica que Freud lo consideraba una fantasía del inconsciente.

El artículo expone también una aproximación “holográfica”: según el psiquiatra holandés Herman Sno, los recuerdos se acumulan en forma de hologramas y cuando la memoria acude a ellos, puede fabricar un recuerdo completo a partir de un pequeño detalle, originando la sensación de que la experiencia ya era conocida.

Según esta hipótesis, actualmente la más extendida, el cerebro memoriza los recuerdos de tal manera que cualquier detalle de una escena, como el olor, color o sonido, permite acceder a todos los detalles de la escena recordada, según el principio holográfico de que el todo está reflejado en cada una de las partes.

Por eso ocurre, según esta hipótesis, que cuando en una experiencia nueva el cerebro identifica un detalle asociado a otra experiencia anterior, incorpora los sentimientos vividos en la primera experiencia produciendo la sensación de que la estamos viviendo por segunda vez.

Nueva aproximación

Un nuevo paso en las investigaciones para profundizar en el conocimiento de esta experiencia lo han dado ahora investigadores de la Universidad de Leeds, a partir de la constatación de que no sólo hay personas que tienen esta vivencia ocasional, sino que también sufren déjà vu crónicos, es decir, que constantemente tienen la sensación de estar “recordando” el presente.

Un grupo de investigadores liderados por el doctor Chris Moulin, quien ha abierto un blog sobre esta investigación, ha reunido a un grupo de personas que padecen déjà vu constantemente con el fin de determinar las causas cerebrales de lo que suponen es un trastorno de la memoria.

La historia que relata al respecto la Universidad de Leeds en un interesante comunicado parece el argumento de una película de ciencia ficción: un paciente acude a la consulta de un médico por primera vez en toda su vida y dice que no sabe para qué ha venido si ya tiene el recuerdo de haber estado allí, de lo que hablaron (o hablarán), e incluso puede dar detalles de algunos objetos de la habitación a los que todavía ni siquiera ha mirado.

Este paciente forma parte ahora del grupo de personas de la Universidad de Leeds que es analizado por padecer lo que se ha denominado déjà vu crónico, un supuesto trastorno de la memoria que provoca que los que lo padecen “recuerden” de manera constante el futuro, y que adelanten con asiduidad hechos y acontecimientos que aún no les han ocurrido.

Déjà vu en laboratorio

Este trastorno puede generar incluso que las personas afectadas dejen de ver la televisión porque ya saben lo que van a poner, y sienten como si estuvieran viendo programas repetidos. Estas personas con déjà vu crónico se sienten abrumadas por la sensación constante de que todo lo que les pasa les resulta “familiar”.

Para profundizar en esta experiencia, el doctor Moulin y su equipo hicieron algo insólito: reproducir el déjà vu en un laboratorio. Mediante hipnosis indujeron déjà vu artificiales a estudiantes de la universidad que se prestaron como voluntarios para el experimento.

Se les dijo que recordaran algunas palabras, y luego se les hipnotizó para que las olvidaran. Posteriormente, se les enseñaron de nuevo las palabras, con el fin de que tuvieran la sensación de que las habían aprendido antes. Por último, se les pidió que emitieran juicios de valor acerca de dichas palabras, similares a la sensación de déjà vu, con el fin de recopilar la mayor cantidad de datos posibles acerca de lo que podían o no podían recordar. La investigación no ha concluido.

El nuevo programa de investigación, denominado Cognitive Feelings Framework o CFF (en castellano, “entramado cognitivo emocional”), pretende considerar la experiencia subjetiva desde la perspectiva de la ciencia cognoscitiva, lo que los científicos esperan que sirva para entender mejor los déjà vu, así como otro tipo de trastornos cognitivos, como los que se dan en ancianos.

Los investigadores han descubierto que el déjà vu crónico puede producir depresión, llevando incluso al consumo de anti-psicóticos. Para Moulin, este tipo de sensaciones, si son frecuentes, suponen una disfunción de la memoria. Su interés se centra ahora en descubrir la relación entre la memoria y la conciencia.

Lo más curioso de los déjà vu es que las personas que los padecen pueden recordar detalles muy específicos de hechos que aún no han llegado a ocurrir. Esto sugiere que las sensaciones asociadas a los recuerdos podrían estar separadas de los contenidos de la memoria, es decir, que habría dos sistemas diferentes en el cerebro que deberían trabajar unidos para que la memoria y sus sensaciones coincidieran, produciendo en las personas una percepción conjunta.

Circuito cerebral

Moulin cree que cuando recordamos el pasado, en nuestro cerebro se “enciende” un circuito que se halla en el lóbulo temporal, lo que origina en nosotros la experiencia del recuerdo, pero sólo de aquellas situaciones que hemos vivido. En el caso de las personas que padezcan déjà vu crónico, este circuito quizá se halle activo permanentemente, originando memorias que aún no existen. Cuando algo nuevo les ocurre, tendrían por tanto una fuerte impresión de recuerdo.

El equipo de Moulin ha comenzado a trabajar recientemente con el laboratorio de neuro imágenes de la Universidad de York, con el fin de recopilar evidencias objetivas que acompañen a los datos subjetivos recopilados anteriormente por el CFF.

Con estas imágenes se espera determinar las áreas del cerebro que se activan en los individuos analizados cuando aseguran que se encuentran en un estado de déjà vu . Así, se podrán determinar las áreas neuronales del cerebro implicadas en ciertos estados de conciencia, como los recuerdos.

El doctor Moulin está formando una red de pacientes de Leeds y del resto del mundo que padezcan el déjà vu crónico. Al parecer, se ha encontrado con muchas personas con este mismo problema. Estos individuos se sienten solos en su propio desconcierto, pero ahora podrán ayudar a este grupo de científicos a aprender más sobre el fenómeno, sus causas y sus razones.

Aunque es un problema aún desconocido, los especialistas esperan que los pacientes con déjà vu crónico les ayuden a descubrir las causas cerebrales que provocan estos trastornos en la percepción del tiempo. De esta forma, esperan encontrar nuevas explicaciones a la conexión entre la memoria y la conciencia, y conocer mejor ciertos trastornos, como los que sufre la percepción en la vejez. Además, desean que el estudio que se acaba de poner en marcha les permita ayudar a este tipo de pacientes.

http://www.tendencias21.net/Medicos-britanicos-recrean-vivencias-de-deja-vu-en-laboratorio_a864.html

martes, 1 de marzo de 2011

el deseo tiene un fuerte componente mental





Parece algo enigmático, pero no lo es. Los expertos aseguran que el deseo no es ciego. En apariencia, la gente se atrae, se repele o se ignora por razones que no siempre se acierta a definir. Pero “el deseo tiene un fuerte componente mental”, asegura la psicóloga clínica Mila Cahue, asesora del portal de Internet Meetic-Match. “No existen reglas fijas que indiquen por qué deseamos a alguien. Entran en juego desde el factor genético hasta el aprendizaje sentimental”, coinciden psicólogos y sexólogos.

“Cada uno va diseñando una imagen fruto de diversos factores: por un lado, una predisposición genética; por otro, el modelo educativo que adquirimos en el entorno familiar y social, y finalmente, el filtro cultural. Es una proyección, un entramado subjetivo que te lleva a desear a alguien que te gusta. Aunque a veces al conocer a esa persona te deja de gustar”, precisa Cahue.

En ocasiones incluso se desea a alguien por razones directas: la sensación profunda de que alguien nos hace sentir bien.

Al igual que Cahue, la psicóloga Ángeles Sanz Yaque considera que las características emocionales del sujeto determinan en buena parte el objeto de deseo. Pero, desde el punto de vista físico, el nivel de testosterona es decisivo. También en la mujer. “En el hombre, este nivel es bastante estable, mientras que en la mujer hay fluctuaciones: la influencia hormonal se nota más durante la ovulación”, señala.

Hay que sumar, además, el nivel de autoestima y el equilibrio afectivo. Si alguien se siente seguro, selecciona más. Pero si se encuentra en un momento delicado, más inseguro, está más receptivo, y su abanico se amplía. “Los filtros culturales y religiosos también son muy importantes”, agrega el psiquiatra José María Valls, secretario de la Fundación Castilla del Pino. “Hay un abismo entre una europea y una afgana a la hora de expresar su deseo. Por otra parte, la mayoría de las religiones ejerce un efecto restrictivo, pero hay que distinguir entre espiritualidad y religiosidad”, añade.

“El deseo va más allá de la atracción física. A mí me motiva especialmente el olor, la sensación de bienestar y confianza que me inspira esa piel en particular; todo eso que llamamos química”, afirma una madrileña de 45 años que acaba de iniciar una relación. Los expertos han estudiado el lenguaje de la intimidad. “Hay mujeres que encuentran más erótico besar durante largo tiempo a su pareja que emprender acciones sexuales más explícitas. Los besos ayudan a liberar endorfinas, encargadas de generar bienestar y relajación. Cuando se está enamorado se segrega oxitocina (la hormona que permite la dilatación en el parto y la lactancia, a la vez que se la relaciona con la excitación sexual)”, indica Cahue.

El deseo cumple, además, una función, la de reequilibrar algo de lo que carecemos. Ése es el motor de muchas fascinaciones aparentemente contradictorias. Ella es ejecutiva de éxito, y él, un bohemio. ¿Por qué se han elegido? ¿Por qué perduran? “No siempre son tan desiguales esas parejas que consideramos flor de un día”, explica Cahue. “Quizá los sueños íntimos de esa ejecutiva se acerquen a una vida más bohemia. Y él tal vez aspire a una vida ordenada”. Algo que no es aplicable a todas las ejecutivas, desde luego, ni a todos los bohemios.

“Hombres y mujeres siguen respondiendo aún a patrones distintos: el varón tiende a desear a muchas, cuantas más mejor, por aquella razón ancestral de dejar su impronta. Mientras la mujer sigue seleccionando pocas parejas y de calidad, tanto para ellas como para sus hijos”, recuerda Valls. Aunque este viejo esquema está cambiando: algunas mujeres empiezan a buscar más variedad sexual, sobre todo si ya tienen hijos. Sea como fuere, “la píldora anticonceptiva ha sido el gran afrodisiaco para la mujer”, afirma Valls: al separar procreación y sexualidad, la mujer manifiesta su deseo sin miedo.

“El deseo de amar y ser amado está ahí, es algo visceral, una búsqueda activa del otro. No podemos escapar a esta ley de la naturaleza, aunque seamos capaces ya de tomar decisiones y de no enfocarlo a la procreación”, manifiesta Aurora García, psicóloga integrada en el gabinete Álava-Reyes. Podría decirse que se está programado para desear. Aunque no siempre encontremos el objeto de deseo soñado o no entendamos por qué nos resulta deseable y hasta irresistible alguien que no coincide con nuestro ideal físico o social. Aurora García insiste en que la mujer sigue buscando un hombre no dominante, pero sí fuerte. Y los hombres, belleza o sumisión: todavía muchos piensan que si ella es servicial, cuidará mejor de los hijos.

El deseo es un motor para conseguir amor, y otras cosas. Hay expertos que aseguran que las mujeres en periodo fértil se interesan por hombres con marcados rasgos masculinos. Mientras que en otras fases del ciclo menstrual el aspecto físico no es tan determinante.

Muchos estudios responden a viejos estereotipos sexuales. Pero al final “es el cerebro el que interpreta este flujo de información fisiológica que le llega y desencadena a tiempo una sucesión de pensamientos e imágenes”, recuerda Cahue.

¿Por qué deseo al final a quien no es mi tipo? En parte, porque se conoce a esa persona en un momento de mayor apertura o cuando se está más activo. O, por el contrario, bajo una sensación de fracaso o de ilusión, explica Sanz. También hay quien fantasea y se engancha en función de sus propias necesidades, “poniendo en marcha una estrategia para lograr que esa persona se comporte del modo que espera”. Aunque al final “se da cuenta de que no tiene que ver consigo y que lo importante era el juego”, agrega Sanz.

Uno de los enemigos del deseo en las parejas actuales es el desarrollo profesional, altamente competitivo, apunta. “Se tienen los hijos cada vez más tarde, se vive una presión por ascender, y no practican el sexo simplemente porque llegan a casa agotados”. Doce horas diarias en la oficina acaban con muchas parejas.

Cuando amor y deseo coinciden, ambos se retroalimentan. Con el tiempo, sin embargo, la emoción del amor se transforma en hábito, y el deseo necesita nuevos estímulos. Cahue no comparte la idea de que la estabilidad traiga el aburrimiento. “La pareja en sí no es aburrida, lo son las personas”, sugiere.

La reciente encuesta sobre salud sexual elaborada por el Ministerio de Sanidad confirma que un 20% de mujeres y un 15% de los hombres se sienten insatisfechos en su sexualidad. “Hay parejas que funcionan bajo mínimos, y de algún modo lo asumen. Con esa situación es fácil estancarse y que el deseo se bloquee. Aunque esa falta de deseo es en ocasiones algo subjetivo”, advierte Sanza.

Hay gente que inhibe sus deseos porque no ha aprendido a expresarlos o porque no quiere entrar en conflicto con los de otras personas y se bloquea. Hay que aprender a decir “quiero esto” sin que eso implique molestar al otro. De cualquier modo, debajo del deseo hay mecanismos y filtros personales y sociales: no es lo mismo un chico de 18 años que de 60.

La edad influye claramente en el deseo por el efecto hormonal. “Aunque disociemos procreación y sexo, el cerebro marca las diversas etapas de mayor energía o de declive”, recuerda Valls. “A los 22 años, el deseo es más vivo. A otras edades se buscan los momentos emocionales, la comunicación”, dice Mila Cahue. Pero ¿pervive el deseo? “Si la mujer ha tenido una vida sexual más o menos intensa, el deseo se mantiene en la madurez. Si has ido de más a menos, cuando llega cierta edad echas el cierre”, reconoce Ángeles Sanz. En el hombre, la viagra ayuda, pero “si no le apetece, la pastilla no sirve”, resume Valls.

http://www.blog-medico.com.ar/noticias-medicina/salud-sexual/estudio-cientifico-sobre-el-deseo.htm

lunes, 7 de febrero de 2011

Las lágrimas disminuyen la atracción sexual




El estudio se publica en el último número de la revista 'Science'

Las lágrimas envían señales químicas que reducen el deseo sexual del hombre

Las lágrimas que derraman las mujeres cuando estan tristes podrían transmitir una señal química que reduce los niveles de testosterona y excitación sexual en los hombres, según un nuevo estudio del Instituto Weizmann de Ciencias (Israel).

Investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias, liderados por la científica Shani Gelstein, sugieren que las lágrimas de las mujeres podrían contener una señal química que reduce los niveles de testosterona y excitación sexual en los hombres.

“La importancia funcional de este tipo de lágrimas, que creemos que son únicamente humanas, han desconcertado a biólogos durante años. En ratones, las lágrimas contienen compuestos químicos específicos que transmiten señales a otros ratones que las ‘huelen’”, explican los expertos.

Para el estudio, que publica la revista Science, los investigadores recogieron las lágrimas de mujeres que lloraron con una película triste, junto con una solución salina y se las expusieron a un grupo voluntario de varones para que oliera dichas gotas y posteriormente observara fotografías de mujeres.

Las ‘quimioseñales’ de las lágrimas disminuyen la atracción sexual

“Los hombres manifestaron que las lágrimas no tenían olor. Sin embargo, los hombres que olieron las lágrimas fueron más proclives a considerar a mujeres en fotografías menos atractivas sexualmente que aquellos que olieron la solución salina”, aseguran los expertos.

El experimento fue doblemente oculto, es decir, ni los hombres ni el investigador que entregó los líquidos sabía si estaban recibiendo lágrimas o solución salina.

“Los varones que olieron las lágrimas también experimentaron bajadas en sus niveles de excitación fisiológica y testosterona salival. Además, los que olieron las lágrimas y luego vieron una película triste dentro de una máquina de imágenes por resonancia magnética funcional mostraron menos actividad en las partes del cerebro típicamente asociadas con excitación sexual”, apunta el estudio.

Pese a que el estudio no investiga las lágrimas recolectadas de hombres, los investigadores especulan que las lágrimas de varones (y posiblemente las lágrimas de niños) podrían contener quimioseñales similares.

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Referencia bibliográfica:

S. Gelstein; Y. Yeshurun; L. Rozenkrantz; S. Shushan; I. Frumin; N. Sobel. "Human Tears Contain a Chemosignal", Science, enero de 2011 10.1126/science.1198331.

Fuente: SINC

http://www.agenciasinc.es/esl/Noticias/Las-lagrimas-envian-senales-quimicas-que-reducen-el-deseo-sexual-del-hombre

miércoles, 26 de enero de 2011

Intuición y Coherencia




La intuición es un conocimiento instantáneo y directo que se introduce dentro de nosotros, con la certeza de que lo captado es autentico. No se ha producido en ese proceso ninguna racionalización. El proceso dura unos pocos segundos. Es como descargar una información del ordenador a una memoria externa, que dura un abrir y cerrar de ojos, mientras que para elaborar ese documento hemos estado un montón de horas.


Hay personas más intuitivas que otras. Se dice que las mujeres son más intuitivas que los hombres, pero no tengo constancia de ello.

Si es cierto que la potencia intuitiva cambia con los años. No para todos igual, sino en función del crecimiento interno de la persona.

Hay cursos para desarrollar la intuición. Penney Peirce que ha estudiado el asunto en profundidad, hasta el punto de convertirse en su profesión, dice que la Intuición representa el 90% de nuestras facultades cerebrales.

Los métodos existentes para fomentar la intuición se basan en fomentar el dejarse fluir y aumentar nuestra sensibilidad.

Los resultados son diferentes para los asistentes

Una cosa es preciso recordar. Aunque se hagan entrenamientos y se aumente el porcentaje de momentos intuitivos, nunca podemos dominar la técnica de la Intuición, como si de una nueva habilidad de tratara. La intuición tiene sus reglas desconocidas y se manifiesta cuando menos lo esperamos. Puede ser tomando un autobús, comiendo o dentro del mayor bullicio.

Personas que viven de la intuición, como las que echan el Tarot, suponen que creando una cierta ritualización y dentro de un espacio sagrado, como puede ser la consulta y no la mesa de un bar, la intuición puede venir con seguridad.

En definitiva las mancias son rituales de intuición alrededor de un soporte, ya sean cartas, manchas de tinta o posos del café. El marco es cierto que favorece, pero no garantiza el éxito de la aparición intuitiva.

Las técnicas descritas para dialogar con el subconsciente (dedo, péndulo etc) son también soportes para facilitar el dialogo, pero a veces no funcionan. Por eso es importante dejar siempre una “puerta de salida” para que se manifieste el péndulo, como el convenio de péndulo inmóvil que significa no se, o no puedo contestar, o no es el momento.



Lo que si aumenta los tiempos de Intuición, es el entrenamiento en Coherencia Cardiaca.



Existe una serie de trabajos sobre la relación entre intuición y coherencia, destacamos el realizado por la Fundación HeartMath. (El genio es sus genes. Dr. Dawson Church. Ed. Obelisco)



Existen unos trabajos de Dean Radin sobre la consciencia de las células. El equipo de HeartMath siguiendo un riguroso protocolo quiso replicar estas experiencias e ir más allá.

Dean Radin utilizó un medidor de la conductividad eléctrica de la piel para ver si la influencia de una intención externa, repercutía en las células. Para ello un grupo de personas enviaba pensamientos en ese sentido. La experiencia fue positiva, pero el equipo de HeartMath hizo otra cosa.


“En lugar de sugestionadores remotos que intentaran influir en las experiencias de los sujetos, como había hecho Radin, con todas las incertidumbres inherentes a os procesos humanos, los sujetos del HeartMath miraban fijamente a una pantalla de ordenador en blanco en la que, al cabo de unos cuantos segundos, aparecía una imagen. Se diseñó una serie de imágenes para calmar a los sujetos, tal como se pudo medir por sus respuestas cerebrales y cardiacas, mientras que otra serie de imágenes estaban diseñadas para producir una activación emocional. Las imágenes las generaba aleatoriamente un ordenador, justo antes del instante de la proyección, de entre cuarenta y cinco imágenes almacenadas en el disco duro.

Los investigadores querían averiguar con precisión dónde y cuando tenía lugar la activación emocional en el cuerpo, en el corazón y en el cerebro. Por otra parte, a los sujetos se les presentaban las imágenes sometidas a dos series de condiciones experimentales. Una era una condición de línea de base de función fisiológica norma; la otra era un estado de coherencia cardiaca intensificada, en la que el corazon de los sujetos latía a un ritmo inusualmente uniforme

Descubrieron que el corazón respondía ante las imágenes, algo que no era sorprendente. Lo que si resulto sorprendente es que respondiera primero, es decir, antes de que el electroencefalógrafo hubiera registrado cualquier actividad mental. (el subrayado es nuestro) Era como si el corazón le comunicara sus percepciones al cerebro, y no al revés. Pero el hallazgo que más asombro produjo es estos experimentos fue que tanto el corazón como el cerebro respondieran antes de que la imagen apareciera en la pantalla, antes de que el generador de imágenes aleatorio del ordenador hubiera generado la imagen. El corazón y luego el cerebro, respondían al tipo de imagen que estaba a punto de aparecer en la pantalla, instantes antes de que el ordenador hiciera su selección aleatoria y se la presentara al sujeto. Así pues, el cuerpo del sujeto respondía adecuadamente al estimulo emocional de la imagen, aun cuando en el mundo real, objetivo, el estimulo no se hubiera presentado aun ante el corazón o el cerebro. Según las propias palabras de los investigadores “este estudio ofrece evidencias de que el aparato perceptivo del cuerpo esta explorando el futuro constantemente”


http://www.coherencia-cardiaca.com/2010/04/la-intuicion-y-la-coherencia-investigacion/