ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LOS MENSAJES SUBLIMINALES DENTRO DE LA PUBLICIDAD
Existen estímulos que penetran en nuestro interior discretamente, de modo que no se puede percibir y se albergan allí a pesar de su operante insignificación para introducirnos en la temática de la publicidad hay que referirse a estos estímulos encontrados en carteles de vivos colores, comerciales, etc.
La primera mención registrada sobre la percepción sub-liminal podría ser la realizada por Demócrito, quien sostuvo que: "Mucho de lo perceptible no es percibido por nosotros"; Platón hablo de esta noción en su escrito "Timeo"; Aristóteles explicó de modo mas detallado los umbrales de la conciencia sub-liminal de su "Perva Naturalia" hace casi 2 mil años, y parece ser el primero en sugerir que los estímulos no percibidos de modo consciente bien podrían afectar los sueños. Hace 2250 años Aristóteles explicó en su teoría del sueño que: "Si los impulsos que tienen lugar durante el día no son demasiado fuertes y poderosos pasan inadvertidos debido a impulsos altamente despiertos".
El filosofo Montaigne se refirió a dicho fenómeno de la percepción sub-liminal en 1580. En 1698 Leibniz también propuso la noción que dice: existen innumerables percepciones prácticamente inadvertidas, que son distinguidas lo suficiente como para percibirlas a reconocerlas, pero que se vuelven obvias a través de ciertas consecuencias.
En 1919 Poetzle estableció con firmeza una relación entre los estímulos sub-liminales, la sugestión poshipnotica y la neurosis compulsiva. Un individuo realizó los actos que se le han indicado o programado para que haga sin ningún conocimiento de porque esta haciendo dichas cosas. La relación entre los estímulos sub-liminales y las sugestiones poshipnoticas es demasiado importante.
Los experimentos iniciales de percepción sub-liminal inducido de manera mecánica se basaron en el taquistoscopio que consiste simplemente de un proyecto de películas con un disparador de alta velocidad el cual envía mensajes cada cinco minutos 1/3000 de segundo.
En el otoño de 1957 james Vicory llevo a cabo un experimento en los Estados Unidos para averiguar el poder de manipulación del método publicitario, durante la proyección de una película aparecía un fotograma con el siguiente mensaje: "tienes hambre come palomitas tienes sed toma coca-cola". El resultado fue asombroso la venta de palomitas se incremento en un 57.7%, mientras la bebida tan solo 18.1%. El escaso aumento de la bebida, los llevo a investigar mas a fondo, descubriendo que en los dos días del experimento se daban bajas temperaturas que de todas maneras no fueron suficientes para que un 18.1% fuera manipulado sin saberlo.
La publicidad de un producto persigue que el mensaje publicitario siga un objetivo: la venta del producto y crear un deseo de adquisición mediante la elaboración de un mensaje-estimulo. Este mensaje no deberá ser negativo, porque seria muy obvio, sino deberá ser ambivalente, es decir podrá hacer surgir efectos encontrados u opuestos. En la medida en que la venta de un producto desaparece como finalidad especifica, es conveniente sustituir el termino publicidad por el de propaganda, en el cual el promotor se encuentra discretamente oculto, al contrario que en la publicidad, donde se afirma como tal.
Los mensajes sub-liminales pueden llegar por distintos canales: "Visuales y auditivos". La influencia de los medios masivos de comunicación como radio, televisión, periódicos y revistas, promueve e incrementa el consumo de todo tipo de recursos.
La capacidad de alcance de estos medios permite que programas, información, noticias y publicidad lleguen hasta lugares más lejanos, de tal manera que es posible encontrar en poblaciones remotas refrescos de cola así como televisiones, los cuales se convierten en la aspiración básica de una familia; lamentablemente, muchos fabricantes han distorsionado la función social de los medios, que es informar, y las utilizan para manipular nuestras creencias; la televisión, la radio y los medios impresos son un elemento clave para atrapar a millones de consumidores.
Actualmente, poderosas empresas buscan invertir y determinar el contenido de los programas de televisión. Tabacaleras y otras ramas industriales se han adueñado de numerosas películas y telenovelas en los que, mediante un pago, se incluyen visualmente las marcas de sus productos. Así, los anuncios dejan de ser tales y se incrustan en el contenido mismo de la trama, o se disfrazan como notas informativas o reportajes.
Esta situación provoca daños incalculables a la salud pública y la salud mental y, por supuesto, al sano desarrollo de las facultades humanas, por ejemplo, los anuncios en la televisión, con cortes cada dos o cada cinco minutos, que hacen de los programas y películas un proceso enloquecedor. Las personas pierden su capacidad de atención, se muestran incapaces de concentrarse y más tarde resienten estados de angustia, irritabilidad e impaciencia, lo que deteriora su vida y sus relaciones familiares.
En la radio pueden emitirse hasta 40 minutos de anuncios por hora de emisión; las ediciones dominicales de algunos periódicos incluyen páginas completas de anuncios, y la mayoría de las revistas dedicadas a mujeres pueden contener hasta ¾ partes de las páginas sólo de anuncios.
Aunque pueda parecer que los canales visuales ejercen una mayor influencia que los canales auditivos, es lo contrario, las pruebas que se llevaron acabo en éste sentido demostraron que los sub-liminales sonoros afectan más a la sociedad.
En el ámbito visual, lo sub-liminal no siempre está oculto en una forma tan pequeña, que es imposible verla a simple vista; si no que muchas veces, éste ocupa una parte importante del anuncio. Existen muchos casos en lo que los sub-liminal es un mensaje que se descubre al analizar con detenimiento el anuncio.
A nivel sonoro lo sub-liminal está oculto en canciones ó música de los supermercados, los cuales se pueden llevar a cabo fácilmente, tan solo se tiene que grabar un mensaje a un bajo nivel sonoro y luego mezclarlo con otros sonidos, de esta manera se sabe que por ejemplo en algunas oficinas se tienen ocultos mensajes del tipo "Que feliz soy trabajando", "Que suerte tengo de tener este trabajo", etc. en la música que se puede escuchar a través de los altavoces.
Ética
Existe mucha controversia en relación al uso de técnicas subliminales en el comercio o en la política. En el caso de cintas para auto-ayuda, que no son ilegales, la aceptación es mayor. Es necesario esclarecer que los mensajes subliminales influencian el pensamiento del individuo, aún cuando no siempre influencian su comportamiento, o acción. En el caso del mensaje "compre", la persona puede sentir el deseo de comprar la mercadería, sin embargo, otros factores pueden influir en la decisión final (falta de dinero, otras prioridades, etc.).
En casos de tratamientos o de auto-ayuda, el mensaje subliminal puede ser benéfico y más eficiente que simplemente oír una cinta conscientemente. Existe un gran mercado de casetes que prometen ayuda para dejar de fumar, adelgazar, aumentar la autoestima, desarrollar la memoria, jugar mejor a golf, mejorar las habilidades sexuales... En estas cintas se escucha música o sonidos relajantes (olas de mar), pero de forma subliminal contienen mensajes del tipo "no fumaré más" "no me gusta el tabaco" "fumar es perjudicial". Sin embargo, existen investigaciones en las que se han realizado análisis espectrográficos de algunas de estas cintas en las que se concluye que no contienen tipo alguno de mensaje subliminal y que, por tanto, en algunos casos, son una pura farsa.
Eficacia
Estudio tras estudio muestra marcadas controversias en cuanto a la eficacia de lo subliminal. Por un lado, se nos dan estadísticas y porcentajes que demuestran la efectividad de la publicidad subliminal y por el otro, se nos habla de investigaciones de carácter experimental que demuestran lo poco efectivo de esos mensajes.
La gran utilización de estímulos subliminales es innegable, pero ¿realmente producen algún efecto? ¿Podemos ser manipulados por este tipo de estimulación subliminal? Para contestar a estas preguntas debemos, en primer lugar, diferenciar entre clases de estímulo subliminal puesto que podría ser que unos fueran eficaces mientras otros no produjeran efecto alguno.
A pesar del notable uso que se hace tanto de los estímulos camuflados en los anuncios como de los auditivos, sobre todo en casetes de autoayuda, la mayoría de estudios realizados para comprobar los posibles efectos de ambas clases de estímulo no son concluyentes.
Parece ser que los estímulos de corta duración no tienen solamente un efecto en la percepción consciente, sino también sobre las emociones. Un estudio realizado en la Universidad de Miami (EE.UU.) lo muestra con claridad.
En esta investigación tres grupos de sujetos debían visualizar una película donde había imágenes subliminales insertadas, que eran diferentes en los tres grupos. Estas podían ser emocionalmente neutras, desagradables (accidentes sangrientos, monstruos, etc.) o agradables (Bugs Bunny, Mickey Mouse o similares). Una vez visualizada la película se distribuyeron cuestionarios de ansiedad a los tres grupos.
El que puntuó más alto en estos cuestionarios, o sea, el más ansioso, fue el que estuvo expuesto a imágenes subliminales desagradables, seguido por el grupo de imágenes neutras y el más tranquilo fue el expuesto a imágenes positivas. Esta investigación, junto a muchas otras, parece mostrar que estos estímulos de corta duración sí parecen tener un efecto sobre las emociones.
Ahora bien, la mayoría de las personas reacciona emocionalmente, sin usar la lógica o el pensamiento consciente para racionalizar un mensaje. Los mensajes que penetran directamente en el subconsciente poseen un efecto más fuerte que los que son presentados al consciente.
Los mensajes subliminales actúan sobre el cerebro emocional de las personas y sus instintos básicos.
Los mensajes subliminales pueden manipular la mente de una persona sin que tenga consciencia de ello, convirtiéndola en un robot. En un principio, la sensación de que nadie podía evitar ser víctima de estos mensajes, dado que no era posible captarlos, generó un gran sentimiento de indefensión. No es de extrañar, pues, que se creara un profundo rechazo hacia todo lo subliminal y que se redactaran leyes para su prohibición
Esto no evitó en lo más mínimo las utilización de mensajes subliminales. Muy al contrario, empezaron a emplearse cada vez más, sobre todo con fines publicitarios, alarmando grandemente a la sociedad.
En el Instituto Pro Conciencia se piensa que estos estímulos deben tener algún efecto sobre el comportamiento humano pues es ilógico pensar que los encargados de mercadear un producto estén pagando por una forma de publicidad que no funciona y basados en esa premisa, se puede establecer una posición equilibrada: los mensajes subliminales no determinan el comportamiento del consumidor... pero lo pueden influenciar. Cuánto puedan influenciar va a depender de cada uno de nosotros: a mayor conciencia menor posibilidad de manipulación.